El aluvión de información que inunda todos los días la red ha hecho que el periodismo digital sea campo abonado para tramposos y ventajistas disfrazados de periodistas. Así, han proliferado peligrosamente auténticos profesionales del ‘cortapega’, del ‘copy paste’ o del CTRL+C-CTRL+V.
Pero la propia red, quizá por una involuntaria autorregulación, ofrece la otra cara de la moneda, ya que expone públicamente los tejemanejes de los tramposos. Y permite comprobar en unos segundos si los sesudos análisis son fruto de su brillante entendimiento o de su impresionante caradura. Algo así le ha ocurrido a un redactor del New York Times. Al parecer, Zachery Kouwe fusiló varias frases del Wall Street Journal para su blog financiero.
La similitud resultaba tan evidente que el Times no tardó en abrir una investigación interna y comprobar que el desliz de su periodista era algo más que una trampa puntual, ya que había copiado directamente varias frases de otros medios. El Times se ha disculpado con sus lectores y anuncia que tomará las medidas adecuadas.
En un momento difícil para la prensa, en el que el prestigio de las cabeceras es su principal activo, el colega Kouwe y otros profesionales del ‘cortapega’ no parecen tener un futuro muy brillante.
