18 de diciembre de 2014

10 reglas para comunicar neurociencia con cerebro

En esta aventura de divulgar ciencia en la que se ha embarcado GUK, comunicar neurociencia es uno de los retos más complejos y a la vez más interesantes que nos hemos encontrado. Nuestro cliente en este ámbito, el Basque Centre on Cognition, Brain and Language (BCBL) nos ayuda bastante: investigación de primer nivel y decidida apuesta por la divulgación.

Pero, aunque todos tenemos un cerebro y creemos saber cómo funciona, no siempre resulta fácil difundir los avances de la neurociencia, una disciplina compleja y que todavía está dando sus primeros pasos. Para obtener algunas claves sobre esto nos desplazamos la pasada semana a Zaragoza para participar en la jornada “Comunicar la Neurociencia”, que presentó un atractivo formato de diálogos entre comunicadores e investigadores.

Compartimos ahora contigo diez pautas para informar sobre el cerebro que surgieron del trabajo conjunto en el congreso entre estos periodistas científicos y neurocientíficos, un decálogo que cuenta con el respaldo de la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC) y la Sociedad Española de Neurociencia (SENC):

 

  1. No intentar esconder la extrema complejidad del funcionamiento del cerebro.
  2. Comunicar que estamos en los comienzos de un nuevo conocimiento.
  3. Evitar los errores de dar demasiados detalles de difícil comprensión o simplificar demasiado la idea.
  4. Es importante conocer los procesos.
  5. Tener en cuenta que todo el mundo tiene un cerebro y cree conocer a la perfección cómo funciona.
  6. Hay que interesar y emocionar al lector/espectador/oyente, antes incluso de hacer énfasis en el conocimiento.
  7. Transmitir que algo tan aparentemente intangible como las emociones residen en el cerebro.
  8. No crear falsas expectativas al público.
  9. Tener cuidado con las neuroficciones o interpretaciones en neurociencia.
  10. Huir del reduccionismo. La neurociencia no es una moda ni una herramienta de ayuda para dar respuesta a cuestiones triviales de nuestro tiempo.

Como probablemente hayas concluido, son unos patrones que, salvando las peculiaridades de cada disciplina, se pueden aplicar como norma general a cualquier ámbito de la comunicación científica. Puedes acceder al documento completo aquí.

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